La motivación entraña dos consecuencias:
El proceso de la motivación comienza con un estímulo (como puede ser, un aumento de sueldo) que produce necesidades en el empleado (por ejemplo, meterse en la entrada de un piso). Dichas necesidades entrañan que las acciones del empleado se dirijan al logro de unos objetivos, y esta diligencia en el trabajo, provocará que el empleado ascienda y promocione, por lo que ganará más dinero. La motivación es, por tanto, una estructura cíclica. |
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la motivación puede ser positiva o negativa, intrínseca o extrínseca.
- Motivación positiva. Deriva de un estímulo de superación personal o incentivo, que desemboca en satisfacción y felicidad cuando se consigue. Ej. Un aumento de sueldo.
- Motivación negativa. Procede de un estímulo negativo como evitar un castigo, una amenaza o un incumplimiento de objetivos. Ej. Actuaciones que se ejecutan por temor a perder el empleo.
- Motivación intrínseca. Se basa en que el estímulo procede del trabajador, que pretende conseguir unas metas (motivos internos). El trabajador desarrolla su trabajo con interés. Esta motivación perdura en el tiempo.
- Motivación extrínseca. El incentivo procede del exterior del empleado mediante recompensa (por ejemplo, cobro de comisiones). Son más inmediatas pero perduran menos en el tiempo.