Saltar la navegación

9. Comunicación e información y comportamiento.

Caso práctico

Antonio Moreno, director de Recursos Humanos, envió una circular por mail a todos los empleados, indicando que el plazo para solicitar las vacaciones terminaba a final de mes.

Hoy es día 30 y quedan muchos empleados por solicitar sus preferencias. Más de la mitad de los empleados de la compañía, han llamado a Antonio para solicitarle que se lo comunicarán durante la mañana; otros afirman que se lo dirán durante el descanso; otros necesitan llamar a la familia para confirmar.

En este caso, ¿ha habido comunicación? ¿Cuál ha sido información? ¿Qué ha sido comportamiento?

Reflexión

Comunicación e información no son palabras sinónimas, aunque a veces se toman como tal.

En la comunicación, ambos interlocutores intervienen y aportan información al mensaje.

Sin embargo, la información es unidireccional: el mensaje se envía del emisor al receptor sin que el primero sepa de antemano el impacto del mismo sobre el segundo. Por ejemplo: en un mail, un emisor envía un comunicado a un receptor (información).

Con la comunicación, los comportamientos de los interlocutores se controlan: la información fluye por ambos lados, de forma que cada uno puede aportar, intervenir o preguntar sobre el mensaje que se transmite.

La comunicación permite proporcionar instrucciones a los subordinados, y éstos preguntan aquellas dudas que consideren oportunos. Además gracias a la comunicación, los empleados pueden aportar sugerencias, planes de mejora, etc.

La comunicación cumple diversas funciones, entre ellas, controla el comportamiento de los miembros de un grupo, y fomenta la motivación al explicar a los subordinados qué y cómo se debe hacer, cómo se está haciendo y qué se puede hacer para mejorar el rendimiento.

Por otro lado, todo comportamiento o no comportamiento es comunicación. El efecto que provoca depende del emisor y de la interpretación del receptor.

Proceso bidireccional: en una conversación presencial o telefónica

Para saber más

En 1890, un empleado de Ford, se dio cuenta de que en lugar de poner dos tuercas a una pieza, era necesario poner una sola un poco más gruesa. Con este matiz, la empresa ahorró en material y en tiempo miles de dólares.

Cada empleado conoce su puesto de trabajo mejor que nadie. Con el proceso de comunicación se pueden emitir sugerencias y propuestas de mejora.