En la comunicación, ambos interlocutores intervienen y aportan información al mensaje.
Sin embargo, la información es unidireccional: el mensaje se envía del emisor al receptor sin que el primero sepa de antemano el impacto del mismo sobre el segundo. Por ejemplo: en un mail, un emisor envía un comunicado a un receptor (información).
Con la comunicación, los comportamientos de los interlocutores se controlan: la información fluye por ambos lados, de forma que cada uno puede aportar, intervenir o preguntar sobre el mensaje que se transmite.
La comunicación permite proporcionar instrucciones a los subordinados, y éstos preguntan aquellas dudas que consideren oportunos. Además gracias a la comunicación, los empleados pueden aportar sugerencias, planes de mejora, etc.
La comunicación cumple diversas funciones, entre ellas, controla el comportamiento de los miembros de un grupo, y fomenta la motivación al explicar a los subordinados qué y cómo se debe hacer, cómo se está haciendo y qué se puede hacer para mejorar el rendimiento.
Por otro lado, todo comportamiento o no comportamiento es comunicación. El efecto que provoca depende del emisor y de la interpretación del receptor.
Proceso bidireccional: en una conversación presencial o telefónica